A 66 kilómetros de Salamanca entre las dehesas del Campo de Ledesma y las Arribes del Duero, en el límite con la provincia de Zamora, se ubica Sardón de los Frailes, a 748 metros sobre el nivel del mar. El término está rodeado en tres de sus flancos por el embalse de Almendra.

Parajes que en el último siglo con la construcción de la presa han ganado en pluralidad, las aguas han invadido parte del término. Paisajes llenos de rincones y sensaciones, plagados del misterio de lo oculto, de lo sucumbido bajo las aguas.

  • Vetones y Romanos

Nada podemos asegurar sobre la historia anterior a épocas repoblacionales, salvo la existencia del pueblo vetón sometido por el romano.

La herencia vetona queda patente en la tradición ganadera del lugar, donde proliferan chozos y cercas de piedras hincadas.

La primera repoblación con foramontanos llevada a cabo en tierras de Ledesma en el s.X, aunque es de sobra conocida la presencia en esta zona de las culturas romana y mozárabe.

El término foramontano hace alusión a las gentes procedentes del norte de la Península Ibérica, con las que en el s.IX se repoblaron las tierras de la meseta del Duero, que quedarán vacías como consecuencia de las guerras entre los musulmanes y el Reino de Asturias en los primeros años de la Reconquiste durante la Alta Edad Media.

A tiempos de los romanos se atribuye su nombre, derivado de la voz latina exarritare, que significa “monte bajo de encinas”, evolucionada hasta concluir en Sardón. El predicado “de los Frailes” hace clara alusión a la pertenencia en el siglo XIV al convento de San Esteban en Salamanca.

Desde tiempos romanos debió permanecer habitado sin conservarse ningún resto del momento.

  • Siglos X – XI – XII

La presión de la Reconquista y los continuos conflictos entre cristianos y musulmanes hicieron que estas tierras, como la mayoría de las tierras del Duero sufrieran despoblación y en consecuencia pasaran a llamarse tierras de nadie. Durante el s.X hubo varios intentos de repoblación infructuosos.

Al igual que en otros lugares sometidos a la Villa de Ledesma, Sardón de los Frailes será repoblado a finales del siglo XI por Don Raimundo de Borgoña por orden de su suegro Alfonso VI. Ya en el s.II, Fernando Ponce por encargo de Fernando II volverá a repoblar Ledesma y su  jurisdicción, época a la que perteneció la primera iglesia de la aldea bajo advocación de San Pedro.

De los primeros repobladores podemos resaltar la iglesia dedicada a San Pedro, patrón del municipio desde el s.XII y que con el tiempo perdió protagonismo por la coincidencia de su onomástica con las labores agrícolas.

  • Siglo XIII

El 10 de septiembre de 1259 el Cabildo de Salamanca llega a un acuerdo con los clérigos de Ledesma para el reparto de los diezmos de sus lugares, entre los que aparece por primera vez Sardón.

  • Siglo XIV

Sardón de los Frailes fue cedido durante el s.XIV a los Dominicos de San Esteban de Salamanca, en cuyas manos permaneció hasta las desamortizaciones. La jurisdicción del lugar continuó bajo el rollo de la Villa de Ledesma y su señorío, que tras pasar por varias manos recabó finalmente en el Duque de Alburquerque al que Enrique IV le otorgó el título de Conde de Ledesma.

La desamortización española fue un largo proceso histórico, económico y social iniciado a finales del siglo XVIII.

  • Siglo XVIII

A medida que avanzaban los años el protagonismo recae en la Virgen del Rosario, imagen a la que se ofrecían los frutos tras la recolección de las cosechas. Dentro de este apartado religioso ya en el siglo XVIII y como consecuencia de una gran epidemia que se llevó a la mayoría de las criaturas, surge la figura a Santa Ana la cual supuestamente evitó la muerte de uno de los hijos de una familia logrando la veneración de sus vecinos.

Texto rescatado | El 27 de abril de 1753 en el lugar del concejo de Sardón de los Frailes para cumplimentar las respuestas del interrogatorio de ensenada, el señor Lorenzo Torrente, Subdelegado, hizo comparecer ante sí a Bartolomé Villar, alcalde, Francisco Ballesteros y Cristóbal Rodríguez, regidores, Pedro Criado, Manuel Bajo, y Manuel Ballesteros, peritos. Estando presente Don Carlos Barrueco, Teniente Cura del lugar que reside en El Manzano, todos juraron decir la verdad bajo la señal de la cruz, respondieron que este lugar pertenece a la Roda de Villarino, al partido jurisdicción de la Villa de Ledesma. Explicitan que es término redondo, propio y privativo del colegio de San Esteban, de los religiosos de Santo Domingo de Salamanca, añaden que es señorío del Duque de Alburquerque que recibe las alcabalas, que ascienden a 499 reales de vellón y las tercias correspondientes.

Afirman que solo hay tierra de secano para trigo, centeno, herrén, cebada, pastos, matorrales, encinas, álamos, negrillos y robles. Criándose corderos, cabritos y pollos, así como sus derivados. Continúan señalando el valor de sus frutos, quince reales la fanega de trigo, diez la de centeno, siete las de cebada, cuatro las de bellota, seis reales la alameda por su corteza, cinco cada cordero, dieciocho la arroba de lana, veinticinco la de queso y veinte maravedíes cada pollo. Aseguran que tan solo hay un molino harinero con dos muelas sobre el arroyo de la duerna y treinta y un pies de colmenas, dieciocho de José Ballesteros y las trece restantes de la viuda Ana Dorado.

Confirman que son 26 vecinos, incluidas las viudas, calculamos unas 91 almas que habitaban en veinticinco hogares, ocho pajares, dos paneras y dos corrales. Continúan indicando que en el término existe un barbero, Francisco de las Heras, vecino de Monleras, y un tabernero que es Francisco Hernández, un herrero Manuel Ballesteros, un guarda del pan Francisco Luis, un montaraz llamado Francisco Luengo, un jornalero y un labrador. Concluyeron firmando ante Pedro Cámara de Escribá, el juez subdelegado Lorenzo Torrente, y por los alcaldes regidores y peritos, y por el testigo Francisco Santín, vecino de Villarino.

Alcabala: impuesto más importante del Antiguo Régimen en la Corona de Castilla que gravaba el volumen de las ventas y era el que más ingresos producía a la hacienda real.
Herrén: Forraje que se siembra en una parcela cercada de cebada, trigo o centeno y luego se siega para dárselo al ganado en verde.
Negrillo: Árbol de tronco fuerte y derecho, copa ancha, hojas caducas ovaladas cubiertas de vello por una cara y flores de color blanco rosado.

Valor de Moneda:

La principal moneda entre los siglos XVI y XIX fue el real de a 8 o moneda de 8 reales, esta nació con Carlos I y desapareció bajo el nombre de 20 reales de vellón con Isabel II.
Durante estos años, existieron monedas de cobre (maravedís), plata (reales) y oro (escudos).Hubo monedas de 1, 2, 4, 8 y 16 maravedís, 1/2, 1, 2, 4 y 8 reales y 1/2, 1, 2, 4 y 8 escudos.

También tuvo respuesta el interrogatorio de la alquería de Villarejo, a 19 de abril de 1753, se reunieron en la casa del montaraz el juez subdelegado, el alcalde del lugar de Sardón, Bartolomé Villar y los peritos Pedro Criado, Manuel Bajo y Manuel Ballesteros, respondieron que es un jurisdicción del partido de Ledesma, señorío del Duque de Alburquerque, y término redondo ayugado de la Marquesa de Castelar, señalan la existencia de encinares y robledales, dispersos por todo el término.

Dicen que se recogen los frutos de trigo, centeno y herrén, añadiendo que se crían corderos y becerros, señalaron que en la alquería vive tan solo un vecino, que es el montaraz, morando en la única casa habitable, acompañada de corral para encerrar el ganado. Concluyeron firmando ante el fiel de hechos.

  • Siglo XIX

Durante años en Sardón reinó la tranquilidad. El trabajo en el campo no daba lugar a más tiempo que a estar pendientes de la labor y poder así hacer frente a la renta de sus tierras que pagaban a la iglesia. La llegada de la desamortización a principios del s.XIX con la retirada de las tierras al clero, supuso que a finales de ese siglo su población alcanzase las cotas más altas, una situación que se mantuvo hasta la década de los 50 y que años antes motivaría la reconversión de la ermita de Santa Ana en escuela, cerrada durante la década de los 70 del s.XX.

  • Siglo XX | Un hecho que lo cambio todo

En 1958 se inició el proceso de compra de las tierras para la construcción de la presa por una empresa hidroeléctrica que acabó con la adquisición de 1500 hectáreas del término de Sardón de los Frailes, por los que pagó 17.000.000 pesetas. La construcción de la presa finalizó en 1970 y al embalsar el agua anegó más del 50% del término de Sardón creando una pequeña península rodeada por la inmensidad del Embalse de Almendra.

El embalse tiene una capacidad de 2648 hectómetros cúbicos de agua, retenida por una presa de bóveda que al inundar estas tierras sepultó también para siempre la leyenda que asegura existe un tesoro escondido en el Teso de la Marina.

La geomorfología del término tiene su origen en la orogénesis hercínica del paleozoico cuando emergieron las tierras alzándose sobre las aguas, dando como su resultado un terreno ondulado en continua sucesión del teso y vaguadas, acentuados por los levantamientos alpinos, que moldearon de nuevo estos pagos, resaltando fallas y valles.

Los ríos y arroyos profundizaron aún más sus cauces, especialmente el Tormes que descendía hasta los 600 metros. La erosión fluvial ahondó el perfil descendente del relieve, los arroyos más importantes, las riberas de los molinos al oeste y la ribera del Mirón al este, se emplazaban por cotas más bajas a los 730 metros.

Este relieve fue crucial para la construcción del embalse, con el fueron inundadas aceñas, arroyos, riberas, tesos, y lugares como el corral de la Peña de la Huebra, el Escorpión, la Peña de la Sierpe, la Cotorra del Montico y el Teso de la Cruz.

La acción humana resulto crucial modificando el paisaje del término, el rio aquí configura junto a sus arroyos, a causa de la presa, un enorme pantano. Aún irrigan el término los Arroyos de la Cueva, las Naves del Caño y el Cabecito, que nace en una fuente de idéntico nombre, junto al vértice geodésico de la demarcación con 775 metros.

Son numerosas las fuentes, destacamos la del Rullón, cercana al pueblo y la de la Cueva, al límite del pantano. Las piedras limpias y redondeadas a capricho en las orillas del embalse al descender el nivel permanecen descubiertas recreando una sucesión singular de roquedo, plena de estética, donde en ocasiones resisten trozos y muros de cercas, escena para dejar echar a volar la imaginación.
Paseamos por lugares como la carreta, el teso de la iglesia, tierras de las bravías, tesos del piorno, las lanteras, el barrero, el tamborino, berrocalino y los pagos más septentrionales, las terroñas, y los pedacitos, verdaderas balconadas frente a las aguas.
El suelo es de escasa profundidad aflorando material paleozoico en superficie, granito. Como curiosidad anotar la existencia en la demarcación de cristales de roca.


  • Condiciones climáticas

La temperatura media anual se encuentra a 12.0 °C. La precipitación es de 544 mm al año.
El mes más seco es agosto, con 10 mm. La más alta es de 70mm, alcanzada en diciembre.
El mes más caluroso del año con un promedio de 21.2 °C es julio. El mes más frío del año con 3.9 °C de media es enero.
La diferencia en la precipitación entre el mes más seco y el mes más lluvioso es de 60 mm. Las temperaturas medias varían durante el año en un 17.3 °C.

  • Flora y Fauna

La sempiterna encina prepondera sobre el roble, agrupadas en formación adehesada abierta. Apareciendo el maquis en lugares degradados, el matorral formado por carrascos, espino albar y zarzas, se acompañan del aromático tomillo y la escoba blanca, en las zonas húmedas de los arroyos existen algunos elementos de ribera, álamos y chopos.

La fauna, enriquecida por la construcción del pantano está integrada por zorro, jabalí, tejón, liebre, diversos roedores y culebras, águilas, golondrinas, zorzales, herrerillos, lechuzas, cigüeñas, alcaravanes, lagartos y salamanquesas.

Las aguas están pobladas entre otros por black bass, lucios, carpas y bogas.

  • Superficie y geolocalización

El término municipal tiene una superficie de 32,46 kilómetros cuadrados incluida la parte sumergida (15 km2), confina al norte con las demarcaciones de Cibanal y Salce, pertenecientes a la provincia de Zamora, al este linda con la de Monleras, al sur con la de El Manzano y al oeste con la de Almendra.

  • Mapa del pueblo y arquitectura tradicional

El pueblo presenta un plano desorganizado y disperso, de trazado alargado norte-sur, el núcleo principal a septentrión, esta organizado a través de dos calles, por ellas se une a los dos barrios, al pasear por las calles Tenadas, Fragua, San Pedro, Libertad, Fontanica, Peñas, Iglesia, Panera, Monleras, Puentica, Arrabal y la Plaza de Santa Ana, apreciamos bien integradas construcciones nuevas, decoradas con placas irregulares de granito al exterior, algunas con portalillo, imitando ejemplos tradicionales en los que se aprovechaba el soportal para disponer los poyos, en lugar de hacerlos sobre la pared de la fachada.

Otras con fachadas pintadas, siendo de austero esquema, ambas sin interceder negativamente en la unidad estética del pueblo, la arquitectura popular está relacionada con los de la comarca de Ledesma y las Arribes.
Predominan casas de mampostería enfoscada, ocasionalmente encaladas, con sillares cara vista en esquinas y zócalos, de única planta y alto desván, con ventanas a baja altura. Sobresalen las chimeneas de plurales formas apuntando un toque diferenciador a los monótonos tejados. Las puertas y ventanas tienen jambas y dinteles monolíticos mejor escuadrados a medida que son más modernos. En ocasiones presentan dos pisos, con dos líneas arquitectónicas, las de balcón corrido en planta superior, sigue la arribeña, más austera que la charra, de edificios más portentosos con fachada simétrica, muros encalados, marcos dintelados o de arco muy rebajado. En el piso superior hay balcones con atractivas barandillas de forja de complicados diseños.

Edificios normalmente integrados en complejo ganadero, compuesto por vivienda, corrales, cuadras y paneras. Dependencia con corral al que se accede mediante portalón de gran amplitud cubierto con tejaroz. Otras construcciones interesantes son las leñeras, cuadras y corrales exentos, prolíficos por todo el casco, de ellos destacamos los chaflanes redondeados y muros curvos de gran austeridad y plasticidad, interesantes son las techumbres de paja seca en algunos tejados y chozos. Existen cubiertas de falsa cúpula en varios chozos, también advertimos pocilgas, curiosas construcciones con pequeñas entradas cuadrangulares que sirven de resguardo al ganado porcino, arquitecturas rusticas pero singulares, norias, piñones, fuentes, lavaderos recién restaurados, puentes y pontones hacen de este pueblo un lugar de sutil atracción.

El Ayuntamiento se ubica en un edificio de nueva fábrica sencillo estructuralmente, levantado sobre zócalo de granito blanco, el mismo utilizado en ventanas y puertas, el muro de mampostería granítica, tejado a dos aguas, destacamos el balcón con el escudo en la zona central, presenta una encina y un fraile en alusión a su topónimo, en la parte superior se halla la esfera del reloj, dos bellos faroles engalanan los laterales.

  • El bienestar económico

El pueblo tiene importantes ingresos por la presa, por ello está perfectamente urbanizado y tiene buenas infraestructuras municipales, magnifico frontón de dos paredes cubierto y pista de fútbol sala, anexo se encuentra la piscina climatizada del municipio.

Sardón de los Frailes posee una de las mejores infraestructuras urbanas de la provincia, mantenida con esmero, apreciable en múltiples detalles, manteniendo unísona estética exterior, basta con ver la cuidada parada del autobús realizada en piedra.

  • Depósito de agua

Al norte de la localidad, cerca de la iglesia, vemos el depósito del agua, realizado en cemento bien rematado, guarda homogeneidad arquitectónica con el resto del pueblo, es de tipo cisterna, con cuerpo cilíndrico articulado con pilastras lisas e intercolumnio, sobre este cuerpo el vaso superior de forma trompofónica invertida, a su costado norte se encuentra la pared meridional del cementerio, con la puerta remarcada con una cruz.

  • La cilla

Se encuentra en la Calle San Pedro,15, se conserva el antiguo edificio donde se encontraba la cillaEn este lugar es donde se guardaba el grano con el que pagaban los vecinos a la Iglesia. A modo de homenaje, la tienda del municipio lleva el nombre de La Cilla.

  • Iglesia

El cementerio esta adosado a la pared del templo, la iglesia bajo la advocación de San Pedro, está compuesta por nave de único tramo, más cabecera, notoriamente resaltada al exterior, al lado opuesto una torre espadaña con cuerpo de campanas, sobre el muro meridional la puerta principal bajo pórtico muy característico.
La tejavana apoyada entre la casa parroquial adyacente a la torre y vetusto contrafuerte del arco triunfal, separa el interior la nave y cabecera. Dentro del pórtico admiramos una cruz embutida en el muro donde aparecen grabadas las armas christi, pieza singular de carácter único.

Puerta de doblado arco semicircular ausente de decoración, pertenece a mediados del siglo XVI, anterior a la solución porticada con sillares de gran regularidad. En la espadaña renacentista destacamos el cuerpo de campanas, levantadas sobre terraza con considerable pretil, en ella hay dos vanos de arco semicircular que arrancan de imposta rectilínea, remata con otra estructura prismática con vano central que alberga un campanil, cada cuerpo está separado con una línea de imposta. Sobre la parte sur una torrecilla adyacente de planta rectangular resguarda las escaleras de acceso a la plataforma de campanas, el templo de pequeñas dimensiones ofrece volúmenes equilibrados, especialmente en la cabecera donde se crea un cubo perfecto, símbolo de la perfección de la unión del cielo y de la tierra.

Al interior destaca el solado de tumbas con tapas de pizarra y las cubiertas, techumbres mudéjares del siglo XVI, de la misma época que la iglesia. Especialmente interesante es la cubierta de la nave, que se conserva original, no como la ochavada de la cabecera, con tan solo el arrocabe y los cuadrantes de la estructura primigenia, el artesonado de la nave está sustentando por cuatro trompas planas formadas por lazos y rosetones, el altar mayor tiene un retablo de fines del barroco con influencia rococó, policromado en tonos pastel y dorado, tiene tres calles divididas por columnas salomónicas retranqueadas, en la calle central son dobles, en las calles se abren hornacinas, albergan las tallas, todas de mediana calidad, sobre el único piso, el ático con motivo central.

Adyacente al retablo mayor y aparentemente integrados en el existen otros dos retablos pequeños, albergan imágenes de la Virgen del Rosario, San Pedro, San Antonio de Padua y San José con el niño. Existe una cruz delante de la puerta de la iglesia alzada sobre pedestal cilíndrico de dos escalones, formado por otra cruz de espada superpuesta.
El retablo guarda mucho parecido con el del Convento de San Esteban, hecho por Churriguera.

  • Ermita de Santa Ana

Otrora existió una ermita dedicada a Santa Ana que tras albergar las escuelas hoy acoge una vivienda y un centro social. Muy reformada, aún conserva algunos detalles constructivos y la campanita con la que espantan las tormentas y la figura de Santa Ana.

La gracia de Santa Ana estuvo siempre presente entre sus vecinos. Los testimonios de viva voz trasladados de generación en generación mantienen que el toque de la campana de su ermita evitaba el pedrisco en las tormentas de verano; es más, aseguran que una vez llegada la tormenta a su término las nubes cesaban de lanzar la granizada sobre sus cosechas.

  • Demografía de Sardón de los Frailes

La historia demográfica de Sardón tiene dos hitos importantes: en el siglo XIX las mejoras sanitarias causaron un gran aumento de población, ascendiendo de 133 habitantes en 1842 hasta los 402 de 1887, cifra más alta a la que llego el censo.

Comenzó entonces un paulatino decrecimiento hasta 1900, cuando se estabilizó en 365 habitantes. Durante la década de los años 20 vivió otro momento de regresión situándose el padrón en 302 sardoneses, número que se mantuvo en las sucesivas décadas.

El segundo hecho influyente en la demografía fue la construcción del embalse, en 20 años el censo cayó casi un cincuenta por ciento.

La anegación de las tierras por las aguas redujo considerablemente el número de hectáreas laborables disminuyendo así el trabajo, lo que provocó el éxodo de un gran número de jóvenes. Esta situación se vio agravada por la mecanización del campo.

En 1981 contaba con 129 habitantes disminuyendo paulatinamente hasta aproximadamente 80 vecinos en 2016 y recuperándose hasta la centena con la que cuenta en la actualidad.

  • Formas de vida

Desde los 70 predomina la ganadería lanar y vacuna sobre la agricultura, quedando esta reducida a forrajes complementarios. Otros negocios son necesarios para fomentar la permanencia de gente joven en el pueblo, cuyo mercado laboral es muy restringido, se ha apostado por el turismo rural por los aspectos potenciales del pueblo, por un lado el pantano y las actividades que se pueden realizar en él. Por otra parte, el pueblo, que permanece manteniendo la fuerza pintoresca y atractiva de las arquitecturas tradicionales del pasado. Y por último por sus espectaculares instalaciones en forma de piscina climatizada y pabellón de deportes.

  • Actualidad

Desde el 2004 se celebra el concurso de fotografía "El pantano y su entorno" para promocionar la zona del pantano, las mejores fotografías se exponen las fiestas de agosto. Las fiestas de agosto han sustituido en importancia a las del Rosario, Patrona del pueblo, celebrada la última semana de septiembre, misa y procesión, acompañada de actos lúdicos variados y ofertorio de bollo maimón.

  • Sardón a la moda

Llama la atención el traje femenino, se diferencia por disponer sobre mandil negro un chaleco de mismo color con cola doble al estilo de un frac, abotonado al pecho sobre la blusa blanca, las faldas son de tipo similar a los vistos en otras comarcas salmantinas, entre ella la vecina de las Arribes.

El traje masculino muy similar al charro más puro, sigue la línea de la comarca arribeña, son gentes tradicionales, no quieren perder costumbres tan arraigadas como la comunicación mediante el son de sus campanas, la voz popular alude a ellas con el dicho campanitas de sardón, quien las toca suyas son.

Se explica el dicho porque en siglos pasados Sardón era una insignificante aldea de la provincia de Salamanca. Con tal expresión se quería decir que en Sardón había tan pocos vecinos que ellos mismos tenían que ser campaneros. Por tanto, era seguro que quienes tocaban las campanas de Sardón eran los dueños de ellas, porque allí no había más vecinos.

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